Test sobre la impresora 3D Sigma D25, de BCN3D

impresora 3d sigma
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Impresora 3d sigma

Impresora 3d sigma Fundada en 2012 por tres estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña, la empresa BCN3D  se ha convertido con el paso de los años en uno de los actores clave del mercado de la impresión 3D FDM. Históricamente dedicada a la comercialización de máquinas en kit, BCN3D se ha expandido y desde 2018 ofrece modelos profesionales Plug&Play. Sus soluciones se distinguen, en particular, por la tecnología IDEX, desarrollada por BCN3D, que ofrece varios modos de fabricación, como Espejo o Duplicación, para la producción de piezas simultáneamente.

 La última generación de máquinas BCN3D se divide en dos series. Por un lado, la gama Sigma D incluye las impresoras 3D de escritorio y es la gama de entrada del fabricante. Por otro lado, la serie Epsilon W incluye las llamadas impresoras de «workstation» y está más orientada a la producción. Lógicamente, los nombres de las impresoras se componen de la inicial correspondiente al nombre de la gama de la máquina seguida del volumen de impresión que es capaz de alcanzar en litros. Así, encontramos las máquinas Epsilon W27, la Epsilon W50 y la Sigma D25.

Tras realizar el test de la Epsilon W50, ahora el Lab de 3Dnatives tiene la oportunidad de poner a prueba la Sigma D25 de BCN3D. Como hemos dicho, la Sigma D25 es una impresora de escritorio con un volumen de impresión de 25 litros. Cuenta, entre otras cosas, con una pantalla táctil de 5 pulgadas a todo color, raíles lineales Hiwin, un sistema de extrusión Dual Drive de Bondtech™, dos hotends especialmente desarrollados por E3D (con una temperatura máxima de impresión de 300°C) así como una bandeja de impresión calefactada (que puede alcanzar una temperatura de 80°C).

Desembalaje de la Epsilon W50

Cuando recibimos el paquete, observamos que la Sigma D25 llega en una caja sobre un palé, lo cual indica que la máquina es realmente voluminosa. Al desembalar la máquina, comprobamos que está protegida por varias capas de plástico de burbujas para garantizar un transporte sin dañarla. También llama la atención de primera mano las impresionantes dimensiones de 690*530*550 mm con un peso total de 30 kg. Debido a su gran volumen, recomendamos sacar la impresora entre dos personas.

También encontramos de primera mano dos bobinas de PLA de 500 g, una bandeja de impresión de cristal de 420*300 mm, así como varios accesorios, entre los que se incluyen una espátula, unos alicates de punta fina, adhesivo Magigoo™, un juego de tres llaves hexagonales, una tarjeta SD, un cable de alimentación, cuñas para el hotend, una cuña de nivelación y todos los documentos necesarios para entender el funcionamiento (garantía y guía de puesta en marcha).

Desde el punto de vista estético, el diseño de la Sigma D25 se inspira en la anterior generación de impresoras 3D del fabricante. Cuenta con un marco de aluminio similar, aunque en color blanco roto, ofreciendo una arquitectura abierta de la plataforma de impresión. BCN3D ha decidido dejar atrás el formato cuadrado de la Sigma R19 en favor de un formato rectangular de su hermana mayor, la Sigmax. Por tanto, la D25 tiene más anchura que altura, con un volumen de impresión total de 420*300*200 mm. Esta disposición de las medidas es bastante inusual, ya que la mayoría de impresoras FDM tienen un eje Z (altura) superior. Con esta decisión, BCN3D pretende permitir la impresión de piezas largas y de poca altura, como el chasis de un coche de RC.

Sin tener un recinto de impresión cerrado, y llegar a alcanzar una temperatura máxima de 300°C para la extrusión y 80°C para la platina, la Sigma D25 sigue siendo ideal para imprimir materiales estándar como PLA, PETG, TPU, PVA, BVOH. Aunque la Sigma D25 es directamente compatible con cualquier filamento de 2,85 mm de terceros, BCN3D recomienda utilizar su propio filamento para obtener los mejores resultados.

La máquina incluye dos soportes para bobinas de 500 gramos a cada lado de la placa de impresión. Aun así, si se quieren integrar bobinas más grandes, habrá que utilizar los soportes exteriores ubicados en la parte trasera de la impresora.

Durante la puesta en marcha, la máquina requiere que el usuario se conecte a una red de Internet (por cable o Wi-Fi), y luego conectarse a una cuenta de BCN3D Cloud. Será preferible tener acceso a Internet para poder crear una cuenta e identificar la impresora en la nube. Este acceso también es útil para asegurarse de que la máquina incluye la última actualización. Después de estos dos pasos, la máquina comienza con el proceso de inicialización que calibra las dos extrusoras ajustando su altura con respecto a la plataforma y su alineación.

Una vez completados todos los pasos, aparece una animación que nos informa de que el proceso de calibración se ha realizado con éxito. Luego sólo queda descargar el laminador de BCN3D para preparar la primera impresión.

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