IMPRESIÓN 3D PERMITE ADAPTAR OBRAS DE ARTE PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL
Impresión 3d ¿Sabías que la fabricación aditiva también puede implementarse en el mundo del arte? ¿Y si además se combinara con un proyecto que pretende hacer el arte más accesible a las personas con discapacidad visual? Desde 2016, Miriam Rodríguez está investigando cómo hacer accesible a estas personas todo tipo de piezas en dos dimensiones. Con esta idea en mente, la estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Burgos ha llevado a cabo el proyecto M3T. Premiado por la universidad, el proyecto consiste en el diseño y creación de modelos 3D para su aplicación en la tiflodidáctica, es decir, en la didáctica adaptada a las personas con discapacidad visual. De esta forma vemos cómo cada vez es más común utilizar la impresión 3D para ayudar a los discapacitados, en este caso concreto aplicada a obras de arte.
Como hemos visto en ciertas ocasiones, la fabricación aditiva se está implementando en muchos aspectos de la vida cotidiana. Uno de ellos es el de hacer más accesible algunas tareas del día a día de todas aquellas personas con algún tipo de hándicap o discapacidad. Ya lo vimos hace unos meses con el proyecto “Silencio”, un libro impreso en 3D con un material flexible, que contenía páginas con formas y letras en braille. O por ejemplo, el teclado TypeCase que permite enviar y recibir mensajes a través de una funda que integra varios botones funcionales. Todo este tipo de desarrollos facilitan la rutina de personas en esta situación. Pero ¿qué pasa si nos centramos en el mundo del arte? ¿Cómo se puede implementar la tecnología 3D en este campo?
Obras de arte impresas en 3D
Para el proceso de fabricación en sí, primero se traslada una imagen de la obra al software de modelado 3D, donde se rediseña la obra para darle el relieve exterior que simulará los brochazos de pintura del cuadro. Una vez se tiene el modelo final, se envía al laminador para preparar su configuración de fabricación. En este caso, la joven estudiante ha utilizado una impresora 3D FDM cartesiana, concretamente el modelo Ender de la marca Creality. “Recreamos todas las líneas del cuadro y ofrecemos varios niveles de lectura, de menos a más. Guiamos a la persona sin privarla de la obra o sintetizarla”, comenta Miriam.
Esta tecnología ha permitido que el proyecto sea posible a nivel económico, gracias al coste reducido que implica trabajar con fabricación aditiva. Otro punto interesante es que se puede adaptar a cualquier exposición temporal, mientras que otro tipo de iniciativas sólo se puede implementar a nivel local, no solo por el elevado coste, sino también por los largos procesos de fabricación. Es por ello que, hasta ahora, sólo se habían recreado algunas de las piezas más representativas. El proyecto M3T forma parte de su Trabajo Fin de Grado y con él ha obtenido uno de los premios de Prototipos de Mercado de la UBU. Actualmente se encuentra en proceso de elevar el proyecto a un nuevo nivel, haciendo impresiones piloto con cuadros del mismo Pablo Picasso.