El zapato del futuro se imprime en 3D

Imprimir zapatillas 3d

Imprimir zapatillas 3d la empresa Callaghan lanza el primer calzado adaptado al peso, altura y talla del consumidor. Impresora a tus zapatos. Están leyendo bien. No es una errata. El zapato del futuro más inmediato cambia la aguja e hilo por la impresión 3D y el big data. La irrupción de las nuevas tecnologías pisa fuerte en el sector del calzado y permite lo que hace apenas unos años era impensable, diseñar calzado ad hoc adaptado al peso, altura y talla de cada persona.

Y todo esto nace en un local de apenas 12 metros cuadrados, lo que a simple vista parece una pantalla de televisión empieza a fabricar, línea a línea, lo que será el sistema de amortiguación de un par de zapatos.

Una labor de impresión que se alarga durante 12 horas, en la que “los costes que supone se justifican por la propia personalización del zapato”, explica Basilio García, director general de Callaghan. Desde la página web de la empresa, el cliente introduce sus características físicas en una aplicación que conecta directamente con fábrica; “a partir de ahí todo es trabajo de la impresora”.

El proyecto, orientado más a la venta online, surgió en pleno epicentro de la crisis, a principios de 2012, en los laboratorios de ideas de Callaghan, bajo la premisa de “fabricar el zapato más cómodo del mundo”. Compromiso que les ha llevado a destinar el 4% de los más de 40 millones que facturan al año. “Empleábamos la tecnología 3D para los prototipos de los nuevos modelos, pero para poder introducirlos en el mercado necesitábamos materiales más flexibles que mejoren las prestaciones y durabilidad del calzado”, relata García.

En cuanto a las expectativas, el máximo responsable de la pyme se muestra prudente e insiste en que “somos conscientes de que es un producto exclusivo, por lo que todo dependerá de la validación del consumidor final”. Asimismo, recuerda que la producción diaria queda, por el momento, limitada a las cinco impresoras con las que cuentan en sus instalaciones de Arnedo, tope que en pares de zapatos significa un máximo de 10 al día.

El porqué del efecto arrastre tiene su razón de ser en “la cercanía y el compartir una misma visión de las cosas”, destaca García.

Valores a los que se añade el “compromiso y la flexibilidad”, afirma Pablo Murillo, consejero delegado Dynamical. Prueba de ello es que en tan solo cuatro meses han sido capaces de adaptar tanto maquinaria como sistemas. “Ha supuesto todo un reto, una inyección de motivación que nos ha permitido, además, empezar a trabajar en un sector que desconocíamos”, comenta.

De cara al futuro, el camino no se acaba aquí. Tras la puesta de largo de sus zapatos 3D en Italia el miércoles 16 de noviembre del 2021, se exportará al resto de los 30 países en los que la compañía tiene presencia, entre ellos Alemania, Japón, China y México, que aportan en torno al 30% de su volumen de negocio.

 

 

 

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